Eva Guadarrama. Licenciada en Historia del Arte. • sept 10, 2022
Aunque a priori podría parecer un objeto sin relevancia, lo cierto es que la historia de cómo iluminamos nuestros hogares, así como las increíbles formas y diseños que llegaron a tener las pantallas que difuminaban estas luces, nos ofrecen una interesante visión de cómo hemos vivido y de cómo han evolucionado los gustos en cuanto a diseños de interiores se refiere.
¿Cuándo de usó la primera pantalla?
Las velas y las lámparas de aceite fueron durante muchos años la única forma de iluminarnos una vez caía el sol. Inicialmente se usaron tubos de vidrio para contener la llama y protegerla de las corrientes de aire.
Pero si lo que queremos saber es cuándo se usó la primera pantalla de lámpara como concepto, debemos remontarnos al París decimonónico. Y es que, a medida que las farolas comenzaron a alinearse en las calles de la capital francesa, se colocaron accesorios para que las linternas de gas, introducida a principios del S.XIX, brillaran hacia abajo, creando charcos de iluminación en las carreteras que de otro modo estarían oscurecidas. Se trataba eso sí, de pantallas o tulipas de cristal.
Así que podemos decir que inicialmente, por necesidad, la pantalla de vidrio fue la mas popular.
¿Y qué pasaba en los hogares? Pues imaginad..., esta nueva luz que producía la iluminación por gas era muy brillante para los ojos, por lo que las pantallas se convirtieron en una necesidad. Es entonces cuando comienzan a desarrollarse los primeros modelos de tela, que consistían en un armazón de alambre y una tela de seda tensada sobre él, que se colocaba cubriendo el tubo de cristal.
A finales de la década de 1870, la invención de la bombilla eléctrica de filamento incandescente transformó la iluminación doméstica. Sin llama ni rastro de combustión, se eliminó todo riesgo de intoxicación, explosión o incendio. La pantalla de lámpara que antes era meramente utilitaria, se liberó y si bien aún debía servir para tamizar la dura luz de las primeras bombillas, ahora podía desempeñar esta función sin ataduras: había llegado la era de La Pantalla Victoriana, caracterizada por estar profusamente ornamentada. Fabricadas principalmente de seda, encaje y volantes, solían seguir la moda de los vestidos y los sombreros pensándose poco en la funcionalidad. A menudo eran tan elaboradas que poca luz podía pasar a través de ellas, por lo que los interiores resultaban bastante lúgubres.
Pronto la pantalla de seda se convirtió en un elemento omnipresente en el hogar y con más gente que podía permitirse iluminar todas sus habitaciones y crear un ambiente acogedor, la pantalla como accesorio estético y decorativo se convirtió en una realidad.,
Como pasó con muchas otras tendencias del diseño, las pantallas que se fabricaban a finales del siglo XIX eran extremadamente elaboradas, pero poco a poco se fueron simplificando, centrándose más en la difusión de la luz que en la proyección de sombras y ya en1910podemos ver un cambio de estilo con las pantallas eduardianas. En lugar de seda y gasa comenzarían a usarse telas más ligeras como el algodón o el lino. Estas pantallas estaban adornadas con abalorios y flecos en lugar de volantes y las formas de los armazones comenzaron a cambiar volviéndose más complejas.
Podemos constatar esta evolución gracias a su presencia en numerosas obras pictóricas realizadas por estas fechas.
¿ Y TIFFANY...?
Frente al ornamentado victoriano vigente a finales del s. XIX, aparece la figura del americano Louis Comfort Tiffany, que desarrollará su trabajo como diseñador e interiorista bajo los fundamentos del Art Nouveau europeo. Aparte de su carrera con pintor y diseñador de vidrieras, Tiffany vio un enorme potencial en la creación de lámparas para así poder llegar a los interiores de una mayor población. Tras un afortunado encuentro con Thomas Edison, Tiffany imaginó el efecto que la luz de las bombillas podrían suponer tras el cristal de sus vidrieras.
Realizadas en vidrio coloreado, la mayoría de ellas se fabricaron entre 1895 y 1920. Hoy en día sabemos que no fueron diseñadas por Tiffany, sino que Clara Driscoll y un amplio equipo de mujeres, entre ellas Alice Gouvy y Agnes Northtop, fueron las diseñadoras y artífices en los talleres Tiffany Studios de estos icónicas piezas. Como anédota añadir que la ilustradora Alice fue una de las mujeres mejor pagadas de su época, llegando a ser su salario anual de 10.000 doláres.
En la fotografía de la colección del Museo de Arte Americano Charles Hosmer Morse, podemos ver a las Tiffany Girls en 1904-1905.
Tras la muerte del diseñador en 1933 la popularidad de sus lámparas disminuyó debido al auge del expresionismo, pero dos exposiciones retrospectivas realizadas en 1958 y 1960 consiguieron que sus objetos fueran redescubiertos por coleccionistas y museos. Hoy en día siguen siendo muy valoradas y atesoradas por muchos amantes del arte, siendo de gran dificultad distinguir las originales de las numerosas réplicas que a día de hoy se realizan.
El oficio de diseñar pantallas se había convertido en un arte.
Con la llegada del ART DECO, las limpieza de líneas comienza a ponerse de moda, pudiendo ver ejemplos de ello en los trabajos realizados por artesanos checos de la época, que trabajaban con diseños en vidrio multicolor en forma de globos, tulipanes y estrellas puntiagudas.
A estos trabajos se los conocía como End of the Day porque eran el resultado de fundir en un molde las piezas de vidrio sobrantes de una jornada laboral.
También podemos encontrar diseños que podríamos catalogar casi de modernos, hechos de papel o tela clara, siendo muy parecidos a los posteriores de los años 40 o 50.
Pero lo que realmente iba a distinguir a esta época sean lasPantallas Flapper.Hoy en día las conocemos como Victorianas, pero realmente estos modelos de los que se comercializan réplicas en la actualidad que gozan de gran éxito, se comenzaron a fabricar en la década de los años 20 y se limitaban a seguir las tendencias de la moda del momento, imitando los conocidos trajes flapper con su largas sedas y sus remates de flecos o bordados con cuentas y abalorios. Quizás el uso que hoy se le da al término victoriano simplemente haga alusión a una decoración recargada.
EJEMPLO DE LASLLAMADASPANTALLAS VICTORIANAS (Flapper) FABRICADAS EN LA ACTUALIDAD
Aunque en los años 30 se introdujo el concepto de asimetría en las pantallas, realmente era complicado desvincularlas de la moda y de la decoración de interiores, tan femenina en esta época. Así seguirán predominando las flapper y una miscelánea de los diseños de décadas anteriores. Aún así podemos encontrar conceptos "modernos" y de líneas bastante depuradas con muchas reminiscencias del Art Deco. En las siguientes imágenes sacadas de la revista "Viviendas" de los años 33-34-35 y 36, podemos ver ejemplos de los diseños más novedosos de aquellos años.
Tras la Segunda Guerra Mundial, durante el racionamiento, se fabricarán pantallas con los materiales disponibles: seda de paracaídas o ropa reutilizada. Durante estos años el plisado se hizo muy popular, pudiendo encontrarlo presente a partir de ahora en muchos de los diseños de las siguientes décadas.
A partir de entonces el diseño de pantallas de lámparas reflejó el gusto por las formas geométricas del estilo de mediados de siglo XX. La ornamentación dio paso a formas puras tales como pirámides o cilindros realizados en materiales como fibra de vidrio texturizada, yute, papel o rafia tejida.
Es en este momento que nos encontramos con la figura del artista y diseñador japonés Isamu Noguchi. Sus esculturas de luz son un icono de los años 50. Concretamente el modelo Akari (cuyo significado es iluminación y ligereza en japonés) está basado en las tradicionales luces que usaban los pescadores de la ciudad japonesa de Gifu para iluminarse en la oscuridad y que originalmente se hacían de bambú y corteza de morera. A partir de su diseño se revitalizó la industria de dicha ciudad y desde entonces se fabricaron a mano allí, con moldes de madera, bambú y con papel Washi (los modelos más actuales se realizan con varillas de metal o plástico). Las lámparas Noguchi son plegables y fácilmente montables, pudiendo enviarse a cualquier parte del mundo ocupando muy poco espacio.
Y seguro que os recuerdan a las que hoy en día podemos encontrar a la venta en las tiendas del gigante sueco...
Si queréis saber un poquito más sobre este artista que a mí en particular me apasiona, os recomiendo el siguiente artículo:
Pero al finalizar los años 70 llegó la era de Laura Ashley, lo que significaría interiores integrados donde las pantallas irían a juego con los cojines y las cortinas, estando todo rematado con multitud de volantes.
Como reacción a estos recargados años 80, los 90 se caracterizaron por pantallas de líneas limpias y tonos claros, en las que las pantallas de tambor y el modeloempiretuvieron su máximo apogeo.
En definitiva podemos ver que la evolución de las pantallas para lámparas, de igual manera que sucediera con el arte y con la decoración, vive una constante alternancia entre el gusto por lo recargado y un intento de huída de esta sobreabundancia de elementos.
Actualmente podríamos decir que conviven ambas tendencias y si bien encontramos gusto por las líneas simples con materiales naturales como el lino, el yute o el ratán tejido (cannage) y por el diseño nórdico de los 50 y 60, o se reviven diseños de los años 30 (como vimos en las imágenes de la revista Interiores), también podemos encontrar muchos artesano/as que diseñan y fabrican pantallas extremadamente ornamentadas, siendo muy valoradas las actuales reproducciones victorianas (flapper) de los años 20. Y es que estos elementos, sea cual sea su estilo, son un maravilloso recurso que va más allá del propósito para el que fueron concebidas. Tamizan la luz, pero también son el perfecto colofón de la decoración de una estancia.
¿Has visto los nuevos modelos de pantallas de La Fábrica R?
Por Eva Guadarrama. Licenciada en Historia del Arte. Conservadora y Restauradora de Mobiliario Antiguo.•21 sept, 2020
¡Hola!. Hoy vamos a recordar otro trabajo realizado en el taller, nada más y nada menos que hace 8 añitos. Se trata de un secreter isabelino de finales del s.XIX
Por Eva Guadarrama. Licenciada en Historia del Arte. Conservadora y Restauradora de Mobiliario Antiguo.•21 jul, 2020
¡Por fin hemos inaugurado la nueva web de Restaurata y con ella este Blog!. Estoy muy contenta con los resultados y sobre todo por poder retomar las publicaciones, ya que es algo que me encanta y que por diferentes motivos he tenido aparcado. Como homenaje a tantos años dedicándome a la restauración de mobiliario antiguo, comenzaré haciendo una serie de post recordando antiguos trabajos que de una manera u otra han sido significativos para el taller, sea por su belleza, por su grado de complejidad, por las implicaciones emocionales…, etc. Comenzamos pues recordando la restauración de esta preciosa silla de baile de época isabelina.
